Sin sorpresa en Las Gaunas

Un pedazo del fútbol español de los años 90 se reunió en el icónico estadio de Las Gaunas ayer. Valencia y Logroñés, ahora bajo el nombre de ‘Unión Deportiva’ en lugar del ‘Club Deportivo’ de su época dorada, se enfrentaron en la primera ronda de la Copa del Rey, que resultó ser una prueba exigente para los jugadores de Rubén Baraja. Con el equipo lleno de jóvenes promesas, algunos del primer equipo y otros del filial, el Valencia superó el enfrentamiento con más solidez que espectáculo, destacando su defensa sobre el ataque y su efectividad.

Desde el inicio, el partido prometía emoción. Antes de que se cumplieran dos minutos, Hugo González alertó al equipo de Segunda RFEF. Aceleró y dribló a un defensor, quedándose cara a cara con Daza, el portero rival, quien resolvió la situación con una impresionante parada. Sin embargo, esta acción resultó ser un caso aislado, ya que el Valencia no creó mucho peligro, a pesar de un gol de Amallah que fue anulado rápidamente debido a una clara mano previa del jugador marroquí.

Cuando los jugadores ya estaban pensando en el descanso, el tiempo añadido debido a la atención médica a un jugador local resultó ser crucial. El equipo de Baraja intentó un último ataque antes del silbido final, que se fue desarrollando lentamente. Primero lo intentó Yaremchuk, luego Yarek, pero la jugada decisiva fue de Pablo Gozálbez, quien con un potente disparo de pierna izquierda envió el balón al fondo de la red. Con un marcador de 0-1, finalmente los jugadores se dirigieron a los vestuarios.

En la segunda mitad, a pesar de la obvia superioridad del Valencia debido a la gran diferencia de categoría, el guion del partido no cambió demasiado. El equipo no dominó ni acorraló al conjunto riojano en ningún momento, aunque las ocasiones de peligro se sucedieron, aunque escasamente. En el minuto 58, el Valencia tuvo la oportunidad de ampliar su ventaja y prácticamente sellar el partido, pero Fran Pérez, quien venía de una destacada actuación en la liga contra el Athletic, se estrelló contra el poste en un mano a mano.

El partido se fue apagando con el paso de los minutos. El equipo de Baraja no tuvo problemas en defensa, pero tampoco logró cerrar el trámite hasta que un nuevo disparo, esta vez de Javi Guerra, se estrelló en el poste y terminó siendo la sentencia.

El rebote llegó a los pies de Gozálbez, la figura del partido, quien decidió regalarle el gol a Diego López, quien había ingresado en la segunda mitad. A pesar de la falta de brillo y un juego que no deslumbró, el Valencia superó la prueba y avanzó a la segunda ronda, donde espera un desafío potencialmente más complicado.