Ya no sorprende
El equipo atraviesa una racha de cuatro partidos sin ganar y reincide en los errores cometidos en los últimos minutos de los partidos

El Valencia CF atraviesa una fase preocupante con la derrota ante el Getafe, acumulando cuatro partidos consecutivos sin victoria en LaLiga, de los cuales tres fueron derrotas. La situación se agrava con la falta de fluidez en el juego, opciones limitadas en el banquillo y la disminución de la ventaja de puntos sobre el descenso. Tras la jornada actual, la diferencia podría reducirse a cifras de un solo dígito si el Celta y/o el Granada obtienen buenos resultados en sus respectivos encuentros.
La deficiente planificación deportiva del club en verano ha dejado al equipo con una plantilla corta e incompleta, agravada por lesiones constantes. Desde el último parón internacional, los problemas se han multiplicado, y el partido contra el Getafe evidenció un bajo rendimiento ofensivo, siendo posiblemente el peor de la temporada. La falta de ocasiones y remates a puerta se hizo evidente, especialmente después de la expulsión de Paulista.
El enfrentamiento contra el Getafe, dirigido por José Bordalás, antiguo entrenador del Valencia, se convirtió en una trampa táctica. A pesar de conocer el estilo cerrado y trabado del juego, el Valencia no logró contrarrestar eficazmente, y una única ocasión de peligro fue suficiente para que el Getafe se llevara los tres puntos. La falta de opciones en el banquillo y el rendimiento decreciente de la «unidad B» contribuyen a la creciente desesperación.
La declaración de Javier Solís, director corporativo del club, confirmando las restricciones económicas y la improbable llegada de refuerzos durante el mercado de invierno, refuerza la sensación de que el equipo deberá afrontar los retos con los recursos actuales. El calendario próximo tampoco brinda respiro, ya que el Valencia se enfrentará al FC Barcelona en la próxima jornada, seguido de un encuentro en Vallecas y un derbi autonómico ante el Villarreal tras el parón navideño. La temporada se presenta complicada, y la necesidad de alcanzar los 40 puntos para asegurar la permanencia se convierte en una prioridad constante.